jueves, 24 de marzo de 2011

Me hizo abrir los ojos a un mundo mejor...

Vivía desconcertado, en un mundo que jamás hubiera soportado eternamente, ajeno a toda belleza, mi realidad se marchitaba, las esperanzas se desvanecían en un sin fin de crueldad interna en solo un corazón herido, que mi pecho erguido e intentando parecer intacto, cuando nadie me veía, lloraba, gritaba en mi mente perturbada, tanto dolor insano, tanto pensamiento inimaginable, pero...


Un día, sin ni una pizca de imaginación, sin esperarlo para nada, con una creencia de que todo solo iba poder ir a peor, porque la vida no me sonreiría, porque a mi no me tocaba reír, ni tampoco vivir, hundiéndome en un mar de pesimismo, siendo náufrago de sensaciones reacias a cambiar, corazón henchido aún estando herido, no sobreviviría muchos más latidos si otro amor lo marchitaba, débil y consternado, ese corazón atacado, flechas que ardían sin pasión, sin amor, masticando una masa de dolor untada con traición de una vida, una mezcla sumamente explosiva en corazón tan joven, le pregunté a mi corazón por qué aguantaba tanto y no me respondió. Me esperaba que su silencio significaba algo, y ahora empieza lo bueno.


Una noche, un mes, en concreto diciembre, ese corazón que se silenció después de hordas de sufrimiento, y tanta desconfianza que había cautivado, confío en otra persona, porque en ella vio algo especial, después de el primer beso tras un poco de miedo, empezó a coger confianza, este joven vio en esta chica algo que nunca había visto, poco a poco empezó a coger confianza con ella, un día se enamoró, él no sabe cuando fue, pero sabe con quién fue, ella despierta sus más guardadas fantasías, ella es la princesa de su cuento de hadas, este chico que miraba al horizonte y lo veía vacío, parpadeó y vio a lo lejos una persona acercándose, con un aura de felicidad que desprendía, este joven, yo, Antonio, confió en ese aura y fue a por ella, la trató como a una reina, tal y como ella se merece, aunque cree que le da poco, porque ella se merece lo mejor en este mundo, su sonrisa es una meta que quiero conseguir, y hacer que perdure, eternamente quiero ver ese brillo en sus ojos, que con un beso hizo que todo el sufrimiento vivido por mi corazón desapareciera, no que se me olvidara, sino que desapareció, no hay dolor alguno, y mi corazón me dijo: "Tony, siento haber tardado en contestarte, pero ahora entenderás que esa estrella que buscabas en el cielo estaba aquí en la Tierra y no necesitarás mi respuesta". Tenía razón, no necesito su respuesta, tengo a un ángel a mi lado.


Cada día que paso a su lado, cada día que me besa en mis labios, cada día que acaricia mi corazón, yo Antonio Domínguez García siento que no puede existir un mundo mejor...


Ella inspira cada frase que escribo, cada paso que doy lo doy por su apoyo, cada verso que siento es por ella, por eso la amo tanto, por eso te amo tanto, el amor triunfa contra el miedo, gracias por aparecer en mi mundo y abrirme los ojos a un mundo mejor.