miércoles, 29 de agosto de 2012

Un latido en mi pecho.

¿Para qué tener el sentido del tacto si no puedo acariciar tu piel? Y mis manos sin tus dedos entrelazados a los míos, no sé para qué están, si no puedo acariciarte el pelo mientras duermes plácidamente a mi lado o abrazarte sintiendo en mi cuerpo tu calor y el latir de tu corazón, pues sentir tus labios dan vida a este lujo que llamamos tacto. Tus labios mordiendo los míos con una pícara sonrisa en tu bello rostro, mientras con pequeños tirones me acercas a ti y me besas con todo tu corazón, mientras nuestras manos buscan hueco en nuestros cuerpos, las tuyas sobre mi cara y las mías sobre tu cintura, sintiendo hasta el más mínimo detalle, que hace un corazón alegre y fuerte.

Qué sería yo sin poder con tu torso desnudo y boca abajo, hacer que te sientas como en el cielo, mientras mis manos y dedos hacen magia en tu espalda bajando y subiendo, sintiendo cada centímetro de tu piel. Pues sin sentirte en mi cuerpo, mi mundo perdería su color, esas manos que lentamente recorren mi cara, mientras siento tu respiración, cálida y acelerada, pues lentamente vamos acostándonos en nuestra nube, en la que tú y yo somos uno.

Adoro cuando en mis distracciones agarras mi muñeca y me lanzas hacia ti donde me esperas en tu sitio esgrimiendo una sonrisa, y susurrando con una suave voz "Te quiero", agarras mi cintura y la acercas a la tuya, yo agarro la tuya y aún ya estando juntos yo también te pego más a mí y a la vez susurrándote al oído "Yo también te quiero", empezando a morderte el cuello y notando como se eriza tu piel, cierras los ojos y suspiras profundamente.

En mis decaídas y mis malos momentos, solo necesito que me abraces por detrás, posando tu rostro en mi hombro, enseñándome tu sonrisa para que yo la imite, y lo hago porque eres tú la que estás sonriéndome y tu sonrisa es imposible que no me haga feliz. Mientras me aprietas con fuerza y me susurras al oído "Siempre estaré a tu lado en lo bueno y en lo malo". Los recuerdos que grabas en mi mente los tendré donde más necesito que me alegren la vida.

Cuando a tu lado todo es bueno. Sea lo que sea, y fuera por lo que fuere, la huella que estás dejando en mi corazón será siempre, la mayor de mis sonrisas.

viernes, 24 de agosto de 2012

¿Cómo debió ser?



Imaginar el momento en el que unas palabras como una estaca se clavan y aturdiendo la esperanza desvalijándola por completo, robando, aniquilando y masacrando lo más preciado, ejecuta la sentencia más dolorosa para unos atentos y dispuestos a escuchar oídos, que tras intuyo que un amargo y estridente silencio dijeron la opción más indeseada y repudiada.
Mi corazón latió de forma tenue mientras esas palabras que brotaban de una dolorida voz lo dijeron. Mi apoyo es incondicional, mi dolor no se compara con el suyo, que no llegaré o espero no llegar a imaginar jamás, pues ser preso de lo que uno siempre amó, siempre utilizó y siempre poseía.
Mi corazón no lo quiso creer, mi mente lo intentó evitar y tras unos segundos, mil lágrimas lograron brotar, lo siento pues tu dolor no es ni será jamás justo.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Recuerdos

           Recordar no siempre puede doler o hacer reír, puede hacer las dos cosas exactamente a la vez, ríes mientras lloras, pues añoras un momento, un lugar, una acción y una reacción, esa persona que te inunda la mente, que ronda entre tus recuerdos, esa gran persona que puede convertir tus agrias lágrimas en un elixir que sana todo mal.

           Pero que también puede hacer que cada lágrima queme tu rostro a su paso, pues tiene bastante poder sobre tus sentimientos, adoras ese momento que te hace suspirar, y te dice "espera un momentito, ahora vuelvo", tras ese momento vuelve con algo que te sorprenderá, bastante atrayente, seductor y con ánimo de compartirse, un hecho bastante agradable y enternecedor, pues así lo reflejo en mi memoria.

           Con energía y entusiasmo compartiremos un lugar, pues solo es para un individuo pero nosotros lo ocuparemos dejando espacio a ambos lados, pues no necesitaríamos más que lo que ocupan nuestros cuerpos, una luz que ilumine tu sonrisa y un sonido que susurre en nuestro corazón.

           Los recuerdos como he dicho son imborrables, a la par que pueden llegar a ser perfectos o no, pueden marcar un comienzo o un principio, un amor o un dolor, un momento en el que dijiste "Te quiero" y un momento en el que dirás "Te amo". Un recuero puede ser lo que más quieres o lo que más odias, puede serlo todo o no ser nada, puedes querer revivir ese día, esa hora, ese instante que te remorderá la maldita conciencia hasta poder sentir en tu ansiosa piel ese segundo o algo mejor de nuevo, pero la moneda no tiene solo una cara, también tiene su cruz, pues hay recuerdos que no son deseados, evitados a ser posible, pues duelen solo al pasar entre nuestras neuronas, duelen como nada nunca ha dolido, pues cada vez que se recuerda, vuelve a doler y puede ser un dolor eterno...