martes, 31 de diciembre de 2013
Otro año, mismo sentimiento.
lunes, 30 de diciembre de 2013
Tres etapas de mi fantasía.
Mi sonrisa ante ti.
sábado, 28 de diciembre de 2013
Tú, tú y más sobre ti.
viernes, 27 de diciembre de 2013
Mañanas vacías.
jueves, 26 de diciembre de 2013
Júpiter, grietas y penumbra.
Esperanzas deshechas, esperanzas fundiéndose con el negro color que zozobra mis ilusiones. Lo sé, siempre caigo en el mismo juego que yo mismo me inyecto. Vuelvo a sentirme infecto, solo y lejos, muy lejos. Que otra vez me rodean estos pensamientos tan oscuros, tan conocidos. La desesperanza, la desesperación que desembarca en la orilla de mi deseo. Soy yo, solamente yo el que me entiende y eres tú la que siento lejos, cada vez más lejos. Te quise y te querré, mas qué siento ahora. Tú ni siquiera sabes cómo galopa este sentimiento por las praderas de mi pecho, no tienes ni idea de qué es lo que siento, pero aquí estoy yo, esperándote y esperando tus mensajes. Te fuiste y ni siquiera lo sabes, me rompí y yo sabía que pasaría, pero me alejé de mi sensatez, cada paso que dabas hacia mí era una daga más que podía atravesarme, y diste miles.
Estos pensamientos me surgieron solos, ni estoy seguro de lo que digo, ni estoy cuerdo cuando escribo. Te quiero amar, en serio, me importan poco las desventajas o los peligros a los que me enfrente. Yo a ciegas quisiera querer lo que creo que eres. Te veo fuerte y débil, henchida y dolorida, dura y frágil. Pero te veo perfecta, imagen nítida formada en la misma retina que me suscita pensamientos enormes que añoraba. Empecé a creer de nuevo en el amor y poco a poco me retracto y empiezo a desvariar. La rabia de haber creído en esperanzas y verlas caerse de mi estante de sueños. Verte tan grande y verte tan lejos. Eres como Júpiter, un sueño enorme que solo podré tener en mi retina, te podré hablar, escuchar y aconsejar pero dudo de si te podré confesar, besar o siquiera amar. Besos cálidos se enfrían en mi bandeja de salida y lágrimas que hace casi un año que no brotaban, literalmente, joder...
Flores en mi campo dorado.
miércoles, 25 de diciembre de 2013
Presente enfermo.
martes, 24 de diciembre de 2013
Cultivada ilusión.
lunes, 23 de diciembre de 2013
Demasiado alcohol.
domingo, 22 de diciembre de 2013
Eres tanto, no pude evitarlo.
No pude evitarlo si es lo que desearías, no pude pararlo, es algo que no sabía. Mi latido crece y se endurece con los segundos. En serio, perdóname si no querías que te quisiera, no era lo que yo pensaba. ¿Cómo sabría yo que mi corazón te escogería?. Vio en ti la ilusión, ni amor a primera vista, ni tu belleza. Lo que me realmente me gustó de ti, fue tu mente. No pude evitarlo, soy así impredecible y soy a veces irritante. Soy demasiado perfeccionista y en ti veo la perfección. Pero tu sufres y aparezco yo, ¿para llevarlo a peor? Jamás, por eso lo siento, no pude evitarlo.
Veo tu sonrisa y ahí estoy yo, atontado, observando tu belleza, riendo contigo, siendo libre y feliz. Te he contado cosas tan íntimas y mías, siento ya una confianza que nunca sentía, tú me entiendes y me ayudas; lo siento porque no pude evitarlo. Tanto he vivido y llegas tú, rompiendo mis esquemas, mostrando que no todo es oscuridad, sé que te sientes de color negro, mas yo te veo tan brillante como la Luna. Tu mirada que suscita alegría, tus sonrisas que devuelven la paz, tu forma de ser es el pilar de mi sentimiento. Eres una mezcla de magia y misterio, mezcla de la que yo me enamoraría. Y por eso lo siento, no pude evitarlo.
El silencio en el abrazo y tus notas sobre el pentagrama, dulces las encuentro si vivo el momento de la armonía. Tu voz en mi oído, tus bellos ojos en mi mirada, la increíble luz que me deja verte y las ondas que trasportan el mágico sonido. Eres risa y felicidad, consuelo de la melancolía, mis sentidos te desean, quién lo pensaría. Eres locura, sana y salva. Eres ternura cuando hablas. Eres el Sol cuando no veo nada y la tranquilidad de la Luna en mi mirada.
Eres fuerte como la vida, y sensible cuando te dañan. Eres valiente, maga de mis sensaciones, eres mi ídolo cuando escucho tus canciones. Si el mundo fuera una persona, tú serías su virtud, eres increíble como mi sentimiento y eres tan bella como mi deseo. No temo quererte, me siento orgulloso. No temo el dolor, por ti todo valdrá la pena. Eres mi sentimiento, mi confidente. Mi Luna, mi cielo, mi techo cuando llueve y mi tranquilidad. Eres tanto que te asustarías. Eres todo si lo querías.
sábado, 21 de diciembre de 2013
Allí estaré.
viernes, 20 de diciembre de 2013
Míralo (1ª Parte)
jueves, 19 de diciembre de 2013
Complejo sentimiento.
miércoles, 18 de diciembre de 2013
Un respiro.
martes, 17 de diciembre de 2013
Oscuridad.
lunes, 16 de diciembre de 2013
Contigo, conmigo y con lo nuestro.
sábado, 14 de diciembre de 2013
Reflexión somnolienta.
Estando solo somos sinceros pero a la vez nos engañamos: 'somos felices' o 'estoy bien'; patán, lloras por las noches por tu soledad, no haces tus tareas por dolor y por desgana, que el ardor produce tanto, el mal sabor de la ilusión rota. Que siempre te ha consolado el espejo y hoy no sonríes y sorpresa, ya no existes. Me muero por saber qué sientes tú, qué piensas y qué quieres.
Me estoy muriendo de sueño, pero no quiero irme sin decir que la duda mata, la distancia me rompe el ánimo y mis párpados me piden tregua. Qué sabría yo que tú tan fuerte calaste en mí y hoy el beso se siente abandonado. Gris mis labios desquebrajados, que tanto sufrieron a la intemperie. Yo no puedo más, me duermo, mi vida se adormece también, es hora de dormir la ventana a la realidad, esperemos que en los sueños te acuerdes de mí, tú y solo tú. Habitante de mis sueños.
viernes, 13 de diciembre de 2013
La lentitud en la mirada.
jueves, 12 de diciembre de 2013
El azul anhelo.
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Verdad mentirosa.
martes, 10 de diciembre de 2013
Tu canto.
Por muy extraño que parezca, en muchas ocasiones uno se siente raro en la Tierra y se plantea muchas cosas, siempre surge el '¿por qué yo?' o '¿Por qué a mí?'. En esas situaciones se siente como ausente de la gente aun estando con ellos, es como si te vieras en tercera persona a ti mismo. Una locura vamos. Y te lo planteas todo, desde por qué naciste en ese lugar, o en ese momento o por qué eres quien eres y no otra persona. Yo últimamente me siento muy raro, me miro y no me reconozco, pero sé muy bien quién soy. A veces me pregunto por qué da la casualidad de que se me fastidian algunos planes, o por qué ella, esa es muy buena pregunta; ¿por qué ella? Es decir, me rodean cientos de personas y veo la magia en ella, sin darme cuenta me he quedado embobado mirando sus fotos, como un poseso. Por qué ella, sí, por qué.
Yo tengo muchas respuestas como por ejemplo su forma de ser, es única, es difícil de encontrar alguien así. Es rara, y eso es bueno desde mi punto de vista, me gusta. Me encanta. No me entiendo. Pero... ¿sabéis una cosa? Tras tantas losas sobre mi espalda, tanto ser querido que ahora nutre la tierra, tanto dolor por la tragedia en mi familia, tanta soledad que ello generó en mí. Tanto estrés por ser el cero a la izquierda de gente que jamás me quiso como sus labios decían, tras tanto dinero que entra lento para salir rápido. Tanto "Tony, nunca te querrá nadie" que yo tanto creí y tanto sigo creyendo. Tras tanto sentimiento roto y dolor cultivado. Ya sé qué es lo que necesito.
Yacer en una cama apoyado sobre tu regazo, cerrar los ojos y escucharte cantar. Una nana que apacigüe los nervios, que calme un corazón acelerado. Una melodía que me diga que ya pasó todo, que te tengo si me siento solo. Un armónico sonido que me haga sentir como aquel bebé que dormía plácidamente la noche del 19 de agosto de 1992. Que me haga sentir como si hubiera vuelto a nacer.
domingo, 8 de diciembre de 2013
Demencia.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Fragmentos del deseo.
miércoles, 4 de diciembre de 2013
Escrito el 19/09/2013
Ella otra vez.
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lunes, 2 de diciembre de 2013
Siempre ahí.
La espada la dejé a mano, cerca por si acaso la necesitaba (aunque mucho no me ayudaría). Desperté de madrugada, tullido por el frío que me invadía, la armadura tenía grietas y dejaban pasar en viento que helado soplaba. Pensé que sería mejor partir y buscar mi reino, en el que me desterrarían por haber perdido, pero al menos habré cumplido con mi labor, haberlo intentado. El pie ya no dolía tanto al pisar, mas todavía me dolía. Lancé la espada por un barranco, solo era lastre inútil. Tras horas y horas divisé tu castillo en el horizonte, y tras otras horas llegué a sus puertas -Al fin-, me susurré, pero tampoco era alegría sino cansancio.
Me hallé frente a la puerta de tu trono, si entro seré desterrado como un inválido para el reino, pero si no entro me desterrarán por traición. Henchido el corazón entré y te dije todo lo que había hecho, aunque culminé mi palabrerío con un simple "Aunque siga viviendo, no siento la vida.". Sin mediar palabra me giré para irme, para evadirme y despedirme de ti (a mi manera). Mas tú corriste hasta alcanzarme, posaste la mano en mi hombro y me giraste. -¿A dónde vas?-, exclamaste alterada. -Conozco las normas y debo partir fuera de este, tu reino-, pero la sorpresa me detuvo el latido un instante, me besaste la mejilla, me susurraste "Mi héroe, quédate, necesito a quien arriesgó su vida por mí."
El desconcierto no pudo conmigo, me quedé porque tú me necesitabas, tú no me negaste la entrada, lavaste mis heridas, te sentaste a mi lado y me dijiste abiertamente: Soy tu soledad, jamás te abandonaría.