sábado, 14 de diciembre de 2013

Reflexión somnolienta.

Estando solo somos sinceros pero a la vez nos engañamos: 'somos felices' o 'estoy bien'; patán, lloras por las noches por tu soledad, no haces tus tareas por dolor y por desgana, que el ardor produce tanto, el mal sabor de la ilusión rota. Que siempre te ha consolado el espejo y hoy no sonríes y sorpresa, ya no existes. Me muero por saber qué sientes tú, qué piensas y qué quieres.

Me estoy muriendo de sueño, pero no quiero irme sin decir que la duda mata, la distancia me rompe el ánimo y mis párpados me piden tregua. Qué sabría yo que tú tan fuerte calaste en mí y hoy el beso se siente abandonado. Gris mis labios desquebrajados, que tanto sufrieron a la intemperie. Yo no puedo más, me duermo, mi vida se adormece también, es hora de dormir la ventana a la realidad, esperemos que en los sueños te acuerdes de mí, tú y solo tú. Habitante de mis sueños.