lunes, 30 de diciembre de 2013

Tres etapas de mi fantasía.

Baila mi cordura con la estepa como suelo, mientras encontraba atornillada la ilusión al desinflado corazón. Mil mariposas levantaron el vuelo, huían o simplemente disfrutaban, no lo sabía y muchas veces me lo preguntaba. No lo sé, qué sabré. Viajé a mundos sin saber qué hacía allí; qué era lo que me hacía sentir feliz en aquellos lugares sigue siendo un misterio. Pero bailé, aunque fuera en soledad, pensativo, ilusoria la felicidad. Pero sentí la magia del miocardio que se inflama, que estalla y rezuma alegría. Me esperancé.

Seguí bailoteando en el charco de mi fantasiosa felicidad, llenando el saco de la alegría con imaginaciones que más tarde se crearían, o eso deseaba el chico que jugueteaba con su corazón, ignorando su alrededor. Dibujaba mil sensaciones en mis balcones, sentía mil besos en mis mejillas y eran de ella, de su perfume, de su tarjeta floreada. Sus palabras suscitaban alegrías que jamás conocí, ¿qué era aquello? 'Amor de verdad' me susurraba mientras poco a poco resbalaba por la espiral de ilusiones mágicas, de castillos en el aire y de cuerpos que disfrutaban del roce. Oí su dulce voz y lo supe, estuvo claro. Ella es la artista de mi pecho, la sanadora de mi techo, su don es su personalidad y su voz es la viva maravilla de la nota 'mi'. Me ilusioné.

Creyó en mi felicidad cuando ni yo lo hice, apostó por mis sonrisas cuando nadie lo hizo. Me soportó largas noches como yo hice con ella, sin molestia alguna. Me contó sus dolores, su pasado turbio y yo se lo dije: siempre seré tu apoyo. Reímos juntos de nuestros desvaríos como antes nunca hicimos, y me inspiró la confianza que jamás antes besé. Me hizo sentir su tacto aterciopelado, su chispa inflamadora de corazones ardientes, sentí la aceleración del ritmo cardíaco. Sentí como tú sufres por otra persona y yo intento colarme, perdóname. Pues bailé contigo fuera de la agonía, canté contigo y sentí que me querías, erré. Pero sigo sin saberlo bien y en mi piano busqué el 'mi' que más se pareciera a ti. Para sentirte de nuevo, para llorar por algo de nuevo. Me enamoré...