jueves, 26 de diciembre de 2013

Flores en mi campo dorado.

Noche estrellada que ciega la luz del gentío,
desvío de visiones, tortura de pasiones y hastío.
Lleno el pecho de ilusiones, de estrellas vacío
miró y la Luna se irguió, sonriendo dijo, eres mío.

Nota de mi piano, mi sostenido que engloba mi melodía,
hallada herida de pasados funestos y deseosa de alegría.
Sitúa mi sonrisa a diez milímetros de la vuestra, quién podría
así ser feliz siendo parte de tus noches y de tus días.

Mientras me caigo en la red, amanso mis deseos, quiero llorar
insistí mucho, me arrepentí, no sabes nada pero quise volar.
Lamer tu monte y ser tu poste, ser algo más que un simple lugar,
llanto estridente en mis oídos, yo deseoso por poderte amar.
Y el amor tiritando olvidos, llorando penas, deseando tenerte y poderte abrazar.