miércoles, 9 de marzo de 2011

Vida con predecible final ¿Qué me ocultas?

Un candado difícil de abrir, un secreto tras él que por naturaleza humana muchos querrían saber por la presión de la curiosidad y yo, creo ser único en el sentido de que me da igual el contenido, solo quiero curar lo que haya al otro lado, saber si hay dolor, alegría, o lo que la vida pueda ocultar tras unas puertas blindadas.


Curiosidad; algo sí me invade, soy humano, es imposible que no lo haga, pero podría vivir sin ello, si no fuera el hecho de la importancia que le otorgo a su contenido, una cerradura de combinación complicada, una clave tan buscada, saber qué ocurre, si mis manos pueden aportar apoyo, ayuda, cura, luz y sobre todo calor si en su interior hay un secreto frío y oscuro, pero que a veces hace el amago de abrirse, crees haber visto la sabiduría, el significado de este camino, el significado de todo lo que crece y se destruye a tu alrededor, necio, desprecias el misterio que la vida te otorga para hacerla más interesante, necio que ignora que el saber siendo joven puede costar una vida de misterio e intriga, por eso el saber viene en tu último respiro sobre vuestra cuna, la Tierra, el saber no es para cualquiera, solo para el que lo desea de verdad, para el que anhela, indaga y la intriga no le hace perder la cabeza sino le da constancia para el día en el que deba despedirse de los suyos y justo al borde del adiós diga: "Este no es mi último aliento".


Tu alrededor consternado, mientras que la tristeza de tu ida y la confusión de tus palabras caldea el ambiente, tu muerte llega, te expulsa de la Tierra, sin disimulo alguno, te tacha de su lista y tu cuerpo inerte sonríe enviando un mensaje al mundo "No busques respuestas, haz que las respuestas vengan a ti..."