sábado, 11 de octubre de 2014

Y algo más.

Imaginemos el destino, en nosotros
el roce de una pluma en la ventana,
el olor de una ilusión tan maltratada.
Una luz muy tenue, de alcance corto.


Beso de nuevo cada verso, para ti,
hundiendo en mi tintero, la mentira.
Sube y mira cómo huye mi tormenta
mientras alimenta su despedida.


Al pie del cañón, empuña la distancia,
empujó lejos tu paradero, y dime hacia
dónde debo ir en tu búsqueda, mas iré.
Hallaré tus ojos en piedras preciosas.


Entre especias yo poseo decepciones,
saladas y amargas cuando las rocío.
Quién nadara mares en mis emociones,
bifurca en lagos, en amores y acaba en ríos.


Merezco vagar en soledad, y nada más.
Naufragar en salinas lágrimas, nada más.
Sentir el ínfimo roce del placer y nada más.
Teniendo en el miocardio tu voz, tu recuerdo...
...y nada más.