domingo, 14 de diciembre de 2014

Entre tú y yo.

Como el haz fugaz de la Luna colgante,
jamás sentida por mi tacto; un misterio.
Una luz en mi retina, tan tranquilizante.
Vacío el lazo que te une, mi miseria.

Anclada a mí tu imagen; el destino, quizá.
Sujeta por finas fibras de esperanza, 
¿y qué más? tus ojos, tus labios, tu danza.
Como el sol que se esconde, pero ahí está.

Débil y de un hilo cuelga mi voz, de nuevo.
Atenuando la distancia, pero no estás;
solo en mi sueño azul, como mi cielo.
Volátil y ficticio, como siempre, no estás.

He visto tus ojos reír, y arropa mis alas
de nuevo, te siento, te veo y te mparchas;
y mi vista te llora, y mis párpados manchan
mi lloroso rostro mientras te irás, te vas.

Y la mayor tristeza se encuentra en tu adiós;
que no sabes si te siento, ni sabes de mi amor.
Y yo te veo cálida y feliz, y es ese mi error,
que no existe nada, así, entre tú y yo.