jueves, 13 de noviembre de 2014

¿A dónde va el tiempo?

El ayer que asomaba por mi espalda,
tan árido, tan bello, tan roto y tan harto.
Siendo el sino del ser que habita, que habla,
ese pasado que atormenta, del que canto.

Tan lejano, como un turista en la mente,
un simple humo que no sé si fue real.
¿Toqué tu piel, te amé, besé tu vientre?
Fuiste verdad me digo, ¿Y banal?

Tejí recuerdos en memorias tangibles,
tus caricias en papel, fui consciente de ello.
Pues el pasado me engaña, es posible,
pero no los besos guardados en mi cuello.

¿Qué es el recuerdo? ¿Mis experiencias?
Son hilos de fina memoria, de vivencias,
de tus dedos en mi llaga, de tus abrazos.
Un cúmulo que representa mis lazos.

¿Y no es raro esta línea temporal nuestra?
El presente existe y no existe, es y no es.
De pronto está y cuando lo cuestionas, no lo ves.
Es como el amor que existe, pero no se muestra.

Y llegados a mi baldía existencia, ¿Quién está?
¿Alguien es mi presente? Yo siento que no, mejor no.
Pues soy el peor pasado, el peor que habrá.
El frustrado ser, que lo arruina todo.

Mas, mi fiel lector, mi fiel lectora. Vivo así postrado,
entre entes inefables que me matan, inertes.
Siendo frío, oscuro, bello, único mi pasado
y misterioso, nuevo y doloroso mi presente.