viernes, 12 de abril de 2013

Un disparo certero.

Intentaré no ser muy oscuro en este texto que poco a poco va escribiéndose, pero hay un modo de acabar con el sufrimiento que cualquier ser sufre en un silencio que solo se escapa en mi blog, un disparo, un disparo a quemarropa, certero, directo al corazón, que explote en mí y no me deje otra opción que no sea morir. Nada más que un poco de plomo contra mi pecho, en mucho menos de un segundo, será solo cerrar los ojos y desaparecer.

Ni dolor ni agonía, tampoco textos desgarradores de mi mano, que mi cuerpo salpique lo que tenga que salpicar y todo acabe de un disparo, y que seas tú inteligente dama, la que sostenga el arma al apuntarme mientras fijamente me observas, para que puedas contemplar como este chico, el iluso que tienes en frente, desaparece en un abrir y cerrar de ojos, nunca más volver a molestar, a incordiar...

Tan solo ven, hazlo, como ya he dicho solo será un segundo, un mísero pero eterno segundo en el que mi corazón dejará su agónico latido para poder encajar esa desgarradora bala que lo atravesará, por favor, te lo suplico, hazlo, ven, dímelo, dime al oído ese 'no' que me disparará a quemarropa.