jueves, 16 de mayo de 2013

Euforia.

Tu mente, sobrecargada no sabe qué hacer, cómo actuar, ¿es real?, es imposible parar, de un lado a otro van tus pensamientos, los miedos se atenúan, puedo hacerlo, puedo con todo y nada va a poder conmigo, salto de inquietud, es indescriptible el sentir de mi mente, está sobrecargada.

Tu pecho se acelera, tus manos sudan o quizás no, pero no puedes parar de moverlas, contener lo que estás sintiendo es difícil, tiene que escapar, que brotar a chorros de tus poros; que se oiga en el otro extremo de la galaxia. Lo que estás sintiendo, sea lo que sea, está explotando en ti y audaz destella a tu alrededor, pero quizás necesitas sentarte, es muy feroz, es inaudito, quieto corazón, quieto.

No puedes creer que dure tan poco, pero que sea tan intenso, tan feliz, tan triste o tan neutro, al fin y al cabo fue efímero, pero existió y recorrió tu piel en segundos, haciendo que tu cuerpo electrificado grite, salte y estalle en un mar de emoción, pues aún sintiéndote muerto, sentir esta explosión te puede dar la vida.