viernes, 17 de abril de 2015

A prueba de amnesias.

El sabor de estos poemas,
mi tentación, mi fiel problema.
La rotura de mil cadenas
que arden por mis venas.
El filo que ha cortado tantas esperanzas.
Y me moría.

Vestida de gala para ti se halla,
frente al espejo temblaba, vaya.
Tímida y escondida se encuentra,
frente a tus ojos; mi sonrisa, esta.
Y tiemblan al ver de tus labios su danza.
Y tan sobria.

Palpaba mi pecho y empalidecí
pues pensé quizá demasiado así,
te vi y te fuiste, lloré y me viste,
aún tengo la ilusión que me diste.
Guardada en donde tu nombre no cansa.
En mi memoria.