lunes, 18 de febrero de 2013

Bailaría

Exacto, mi autoestima roza lo crítico, ¿soy alguien?, qué más dará si sigo vivo significará que sí, intento ser un ente inerte pero sobrevivo a este alud de sentimientos mediante el sano desahogo que me destroza por dentro.

Mi timidez ha limitado la curvatura de la mueca en mi rostro, porque me ha cerrado tantas puertas, aunque alguna ventaja me habrá dado pues quizá evité un dolor mayor al no atreverme a hacer algo, qué sé yo. Mi falta de confianza ha hecho que no pueda desempeñar una acción sin que el pensamiento que ronde mi cabeza sea "Me va a salir mal" y muchas veces sucede así, esa meta que ves alcanzable pero no llegas, por si crees que no serás capaz de dar lo que hace falta, esa puta sensación, que te arrebata el presente...

Una gran parca que me persigue y me condena a diario, a la que yo llamo miedo al fracaso, que me señala al despertar y me vigila al dormir. En algunos aspectos ha desaparecido por la falta de interés que tengo por mí mismo, aunque en otros perdura y perdura, sobretodo en los temas sociales, delante del gentío me cierro en banda, me altero, ¿Lo haré mal? ¿Y si lo hago mal?, Lo hago mal seguro. Ese pensamiento, que me arrebata el presente y el futuro cercano, por favor, vete de mí.

Aunque siento que está brotando algo en mi interior, es bello, bonito, es nuevo, pero a la vez viejo, puede que me equivoque al sentirlo, no sé, pero si puedo aprovechar la oportunidad, lo haré, no es por necesidad, es porque eres tú y simplemente tú, haré el ridículo por ti, aunque sea tímido, caminaré por una cuerda entre dos rascacielos, aunque no tenga confianza en mí y sobretodo me lanzaría a hacerte feliz, aunque tenga miedo al fracaso.