Otra vez me sentí distante,
pues estuve y retuve un don,
una mano que se acerque antes,
un suspiro para mi corazón.
Es azul hoy el mar, lo veo negro,
es feliz hoy el gentío y no me alegro,
pasado que presiona y desilusiona
además el futuro ya no emociona.
Mártir de intangibles rostros fríos,
páramos efímeros y no confío,
mi palabra teje poesía, es desvarío
irónico, pues el dolor llena el vacío.
Es más, encarno mil personas
aunque el baúl contenga lo mismo
y la iniciativa que nadie toma,
estrecha el camino de mi abismo
Si dependo para desfruncir,
si suspiro para revivir,
si deambulo para subsistir
y si viviera para mí mismo.