domingo, 10 de febrero de 2013

Mi paradero.

Otra vez me sentí distante,
pues estuve y retuve un don,
una mano que se acerque antes,
un suspiro para mi corazón.

Es azul hoy el mar, lo veo negro,
es feliz hoy el gentío y no me alegro,
pasado que presiona y desilusiona
además el futuro ya no emociona.

Mártir de intangibles rostros fríos,
páramos efímeros y no confío,
mi palabra teje poesía, es desvarío
irónico, pues el dolor llena el vacío.

Es más, encarno mil personas
aunque el baúl contenga lo mismo
y la iniciativa que nadie toma,
estrecha el camino de mi abismo

Si dependo para desfruncir,
si suspiro para revivir,
si deambulo para subsistir
y si viviera para mí mismo.