sábado, 31 de agosto de 2013

Destrúyeme.

Te entenderé si te alejas de mí, te entenderé si huyes de mí, soy un monstruo, lo sé. O quizás estoy enloqueciendo, o quizás me dejo llevar demasiado por mi pecho. Es pútrido el sentir, es pútrido el verte sin podértelo decir. ¿Ya lo sabes? Quizás sí. O no te quieres enamorar, o ni siquiera me miras como antes. Tan poco tiempo y ya me odias, eso dice mi mente que ya perdió la cordura.

Dime al oído ese 'no', no me hagas suplicarlo, pues quiero llorar y desahogar que ya no puedo aguantarlo. Enloquezco, ya lo sé. ¿Es sano? no lo sé. Pero sé que tu corazón palpita un nombre que no es mío e intento interponerme, lo siento, no te alejes de mí, lo siento, no te robaré ese beso. Aunque mi corazón me empuje, mi cuerpo le da la razón pero mi mente fría dice que es solamente un error esto que siento, como siempre. Solamente un pútrido, terrible error. Pero eres tan especial...

Al menos mírame, sonríeme y miénteme, quiéreme y hiéreme, sé sincera y quémame. Que la palabra arda incansable, que mis lágrimas sean nuevamente palpables. Ah, mucho mejor, mátame.

Porque eres mi poema.