lunes, 5 de agosto de 2013

Diariamente.

Melancolía dueña de mi presente tan fugaz,
arrebatas sueños e ilusiones que brotarían
mas no eres la que ensordece esta paz
ya que mil dagas ardientes me dolían.

Mientras cultivo la tristeza aquí hallada
mientras habito mi mente inestable,
mientras intento seguir en mi cama
siento las lágrimas más palpables.

El parpadeo es inútil, pues ya no veo,
el sentimiento marchito arde inefable
mas la sensación ruda es ser reo,
sosegado el camino incansable.

Después de tantas flechas ardientes,
después de tantas palabras certeras,
después de tantos suspiros hirientes
siento las sensaciones más sinceras.

Suscité errores que no responden nunca
rompí espejos para no verme en ellos
pero sigo a tu lado si tu mundo se trunca
y te recitaré los poemas más bellos.