sábado, 19 de julio de 2014

Mientras tú seas feliz.

No es muy fácil ser yo y esta vez no pretendo que me comprendas, ni pretendo apelar a tu empatía, como creo que he hecho anteriormente aunque degradándose a medida que el tiempo transcurre y se derrite en mis manos. Te he visto sufrir y reír luego, te he visto en sus brazos y te he visto el dolor en tus ojos al verlo. He sentido cosas que has sentido tú, pero al final, saliste sonriendo. ¿Saliste cómo deseaste? Qué sabré yo. Al principio mis sentimientos fueron dueños de mis pensamientos y no pude concentrarme en lo que estaba haciendo, sentí la injusticia de tu garganta al hablar con el nudo que mantenía, y sentí la ausencia que quisiera haber solucionado desde mi tan egoísta pensamiento.

Pero al ir alejándome sin perderte de vista, pues la verdad es que no puedo apartar la mirada de ti. Pero al tiempo vi que el dolor había dejado de ser presente y se apartó al pasado. Y te vi con él, y te vi, según mi retina, feliz. Por mucho que me torture y que crea que mis brazos proporcionan el calor perfecto, no puedo competir con tu pecho y no pretendo hacerlo. Sé que lo que siento esta vez es real y por eso entiendo que mi opinión cambiara al verte ser feliz, pues eso es lo que quiero en ti, felicidad. Aunque no pueda negar que un simple abrazo esboza más sonrisas en mí de las que jamás habría imaginado, no puedo evitar verte sonreír, sentir cómo sonríes por algo que realmente quieres, por un sentimiento que realmente buscas. Que te veo coger un sentimiento y consigues contagiarme, porque me haces quererte, me haces añorarte aún sin haberte vivido. Pero solamente deseo una única cosa, que seas realmente feliz.

Me da igual que una parte de mí se muera por no tener el privilegio de albergarte entre mis brazos, sé que jamás existirá la menor probabilidad de que mis sueños sean algo más que fantasía, pero aún con todo esto, sigo sintiendo la necesidad de que seas feliz, es ahora mismo lo único por lo que lucharía, pues no habría nada más satisfactorio que tu sonrisa, sea cual sea el motivo. Puedo hundirme, destruirme como lo estoy haciendo poco a poco.  Puedo intentar ser feliz en vano como siempre intento. No importa lo que pase o lo que me rodee, mi objetivo principal es tu sonrisa, sea cual sea el motivo.

Te he visto llorar, te he escuchado sollozar e incluso has sido mi confidente aunque fuera una pequeña época en la que te veía con mayor frecuencia. En la que aún no me llenabas el corazón así. Pero quién es el destino, quién es el testigo de todo lo que sucede. Tú vives al igual que yo, pero yo no vivo al igual que tú. Por eso aunque mi vida entre en sus tinieblas más densas, quiero que tú sonrías, hazlo por mí pero sobre todo por ti. No pienso claramente con frecuencia y cuando lo hago es para desearte todo lo mejor,no importa con quién sea ni donde sea, tú sé feliz.