martes, 13 de enero de 2015

Por favor, no sufras.

El tacto inhumano del vaho de la muerte,
el dolor insano del transeúnte incauto.
El día que cae y decae en oscuridad inerte
mientras tu luz sigue iluminando tanto.


A veces el menosprecio nos ata al sufrir,
y veces que el suspiro no alivia la tensión.
Ven ser infeliz, busquemos tu sonreír;
hallemos tu felicidad, saquemos la pasión.


No dejes que tus lágrimas cieguen tu ruta,
ni que el peso de la parca te seduzca;
pues su presencia rompe nuestro lazo
a la vida, nuestra única vida, desátalo.


La soga al cuello no me funcionó, en serio,
ven, no sufras más, hallemos el sendero
correcto hacia nuestro feliz misterio.
Tu sonrisa es mi amar sin ningún pero.


Ven, sonríe por favor,
ven, soy tu luz eterna.
Venga, ven, sin temor,
salvemos tu sonrisa, del dolor.


Del ser que se quema, del horror.

Así que, ven, por favor,
te ofrezco mi incondicional compañía.
No sufras, por favor,
te regalo todas mis noches y mis días.

Pero por favor, ven y no sufras.