sábado, 24 de enero de 2015

Y tú, ¿cómo vives?

Todos hemos tenido nuestros altibajos, unos más que otros, pues somos más o menos vulnerables al dolor. Unos sonríen hasta el último instante mientras su barco se hunde, otros con todo en la vida se sienten vacíos; y es normal, no pensamos igual. Hemos sufrido y hemos reído, unos más, otros menos. Pero lo hacemos a diario. No sé de qué factores dependerá el cómo actuamos frente a los obstáculos, quizás es de nacimiento o por lo aprendido a medida que crecemos o ambos. Pues he visto a pequeños seres vencer a gigantes, y a gigantes caer por ínfimos problemas, como yo matizando lo de gigante. Hay gente admirable que lucha hasta el final, y gente que detesta esa lucha y prefiere la comodidad de lo fácil. O la mezcla de ambos, pero sinceramente no sé cómo se hace.
Todo, como espero que sepáis, es relativo, tanto lo que sirve, como lo que deja de servir. Depende del significado que nosotros le demos, si comparamos nuestra vida con la de otros podremos decir: nuestra vida es peor; en cambio, si la comparamos con otros otros, podríamos decir: nuestra vida es mejor. Pero quizás no la comparamos con la de nadie y simplemente juzgamos a nuestra propia existencia en relación a dolor/placer, por simplificarla en dos opuestos, aunque en esto entra otro factor, el peso sobre lo bueno y lo malo, hay quienes con pocas ventajas en la vida solo valoran sus alegrías y nunca entristecen. Luego quienes con una vida sin decepciones, al mínimo dolor, se hunde. Y tenemos todo el derecho a sufrir, a odiarnos y a la amargura más grande si nuestro presente desagrada más de lo soportable, pero solo si en el contrato firmamos que celebraremos igual las victorias.

No tengo que ser como he descrito aquí arriba, pues mi técnica de canalización se basa en la autodestrucción, siento que todo me lo merezco y creo tener una vida dolorosa. No es la verdad, pero el engaño de mi mente me atrapa y encierra, pues me torturo por hacerme eso, y así constantemente.
La cuestión es, ser viviente, ¿has puesto más peso en tus alegrías que en tus penas, o viceversa?