sábado, 19 de enero de 2013

Íntima madurez.

Si el desencadenante de mi presente dio lugar en un pasado, mas qué sabía yo del modo o del cómo, si ella nunca habló pues no hacía falta porque nunca pregunté, mi cara enrojecía, los años harán su trabajo me decía, y lo hicieron, tras una infancia y adolescencia llegando ya a mi madurez, no mental ni espiritual, solo física, más pelo en la faz, más graves en mi voz, la timidez que tenía detrás, muchas puertas me cerró, aunque quise nunca tuve, es que no me atrevía, como escusa siempre decía, nada nunca saldrá bien.

Tras un paso viene otro e incluso más de dos y si coges velocidad más rápido avanzo yo, no es el cielo ni el suelo, lo que en mi mente retenía, sino las esposas de mis muñecas, me susurraban "¡No! si lo haces todo dolerá", cerré los ojos y pensé, eso verdad nunca será, y corrí y corrí, ¿pero qué...? tropecé... ¿hícele caso a mi cerebro y por eso no escuché? no fue así, simplemente era la vida, te caías y levantabas y así avanzabas como persona, siempre a mejor, nunca a peor, pues de eso se trataba.

En el grano de la cuestión me centraré, más la conocí, mi timidez se tuvo que apagar frente a ella, más si las vestimentas eran naturales, un simple roce del viento en la nuca eliminó todos mis males, una mueca se fijaba en ambos rostros, la boca se mantuvo curva, aunque se silenció, y las palabras que articulaba no eran palabras sino suspiros, de repente todo lo que la rodeaba ralentizó su paso, pues mi mente no quería salir de allí, quería seguir así, mis ojos vislumbraban un paisaje digno de Dioses aunque en Dioses yo no crea, y sin esperarlo a que yo lo vea, una Diosa en frente hallé, me invadió un sentimiento que mi mente no entendía, pues era trabajo del corazón.

Horizontal era el espejismo, que lo llamé así al pensar que no era real, mas sí lo era, la belleza que veía me iluminaba realmente, y me atrajo a su espacio con un brusco aunque tierno tirón de brazo, me miraba a los ojos diciéndome sin siquiera abrir la boca, "tómame", y aquí comenzó mi Íntima Madurez.