viernes, 4 de enero de 2013

Soy humano.

Como un perfecto ejemplo de ser humano que soy, tropezaré con la misma piedra dos veces e incluso infinidad de veces más, pues quizás el tropiezo me haga sentir una leve mejoría en mi corazón, que sí que necesito un psicólogo no lo dudo, pero bueno, prefiero sufrir y así aprender qué es lo que realmente pasó, no busco una mentira que me sirva de placebo sino una tenue verdad que me sirva de placebo, pues una simple caricia, un simple roce o un simple suspiro tuyo, ahora es mi mayor anhelo, mi deseo más infundido, cómo quitármelo de encima es una gran cuestión, pero a la que a  la vez busco y no busco respuesta, si mis gritos están callados en una cúpula, si mis lágrimas las disimulo con el mar y si mis alas ya no sirven para volar, qué más he de hacer, qué hago y tengo que hacer, duele, se marchita mi ser, se pudre y grita dentro de mi cúpula silenciosa.

¿Es así vivir? ¿Me confundí tu primer beso con la eterna felicidad? Quizás sí, quizás no, qué sé yo, un simple imbécil que vive a merced de usted aunque no me lo pidáis. Mas he escrito siempre en oscuras escrituras, que no dan ánimo y ni quitan dolor, solo aumentan la desesperación y destiñe el color.

¿El ser humano debe ser así? Una completa decepción constante que no levanta ni con grúas de más altas prestaciones... qué sé yo, solo soy humano.