jueves, 24 de enero de 2013

Mi deterioro.

Desespero al crecer de nuevo, el presente muerde cual rabioso can infectado con la ira de cerbero, si un mordisco son mis penas y una pena son mil lágrimas, imagina cómo lloro al sentarme y no verte vivir, si despierto ya no hay día y sin día ya no hay luz, sin mi luz no hay mueca que despierte su vista al cielo, si mi cielo es ilusión y la ilusión es una mentira pues no existe sino en tu mente y no vive, solo convierte.

¿Es azul mi rostro, espejo? Mas qué importa si no hay color, clavo la mirada en el suelo, más arriba no habrá nada, un vacío, un calor que no existe, o no existió. Hoy es gris ayer fue blanco, mañana negro se teñirá, mi deseo es contrario, aunque desear no me salvará. Qué ansia sientes si no vives cuando has muerto, pero respiras y mueves puestos, si el tablero te ilumina aunque no te agrade jugar, mueves ficha y has caído, no te mueves y te tirarán, es decir, has caído sin siquiera empezar.

Qué escribo, no lo sé, si deambulan mis palabras, si el cielo se repite y si esquivas hasta mi aura, qué es vivir, no es soñar, qué soñar; no es ilusión, si la ilusión reitero es falsa, mas si existe no existió, es azul el sueño eterno que despierta tras el alba, que el ocaso es su descanso y tras su ida está terror, la distancia envenena, dónde andas pequeño, pues tu amigo hoy te espera y desespera, por eso lo siento.