domingo, 21 de julio de 2013

Hazlo.

Aquí sentado como de costumbre, pensando, haciendo lo único que sé hacer. Recapacito, entiendo, estoy loco, no sirve de nada querer sin ser querido, está demostrado que equivocarme es mi virtud. Convierto en desperfecto lo correcto y rompo el techo de mi cueva. Si sólo pierdo en sentimiento y gano mucho en pena. Vago solo, deambulo sin compañía, tú no me quieres. Yo no te quiero, joder sí, lo hago y mucho.

Ven bésame, aunque sea sin los labios, aunque sea sin tu piel, bésame con tu palabra, que me rompa el corazón de una vez. Rómpelo, aplástalo, no dejes que sienta, no dejes que te quiera más, no dejes que me enamore por favor, ódiame. Apuñala este insistente músculo, que no sepa más lo que es el amor, que no desee tu piel retozando sobre la mía, que no desee que tu sonrisa sea motivada por mis te quieros, haz de este pecho ardiente un pecho inerte, sin vida, sin ganas y sin todo lo que me tortura diariamente, porque yo, te quiero tanto que no lo entiendo, te quiero tanto que tengo miedo. Ven mata lo poco que me queda de amor.