martes, 30 de julio de 2013

Morir un lunes.

Un sentimiento menos, sólo soy un pañuelo, nada más que eso. Si tú sonríes yo frunzo el ceño y soy el depresivo, claro la madrugada anterior te consoló este depresivo y cuando notó tu indiferencia al recuperar la alegría, recayó. Soy un títere, o cualquier cosa de menor nivel, un pañuelo como anteriormente dije. Sólo vivo para contentaros resto de humanos, y si me voy del medio ¿Qué pasaría? Nada. Absolutamente nada, para ustedes, putos seres insensibles.

Sé que soy fuerte, ya me ves aquí aguantando la vida, que estoy harto de vivir, harto de desangrar mi corazón para que tú me cuentes lo atractivo que es cualquier gilipollas que me importa una mierda. Estoy harto de tu indiferencia, que te doy igual en tus mejores momentos, pues fui yo el único que te escribió tantos poemas, de mi puño, de mi letra, de mi corazón, no tienes ni idea de qué he hecho por ti, que noches he trasnochado por verte sonreír, cuántas lágrimas derramé por verte triste, que no tienes ni puta idea de lo que alberga este pecho hundido en amor, que ignoras que te amo.

Si puse la mano en el fuego por ti y me quemé la cara, sé cuáles fueron mis fallos, los que te hicieron alejarte de mí. Los que te hicieron tratarme como si no fuera humano. Pero no tienes ni idea de cuántas noches deambulé por la calle pensando en cómo reconquistarte, en cómo hacerte sonreír, en cómo hacerte feliz. Pero tú, pensabas en tu imagen, en tus ideales superficiales, en criticar mis gustos. Estoy harto de vivir ya joder.

¿Sois todos los humanos así? Para qué mierda vivo yo me pregunto, mátame ya, venga, no tengo ganas de ver que la indiferencia reina entre las emociones, que si alguien llora y te importa corres, que si te importa muy poco, lo hundes, estoy harto, harto de tu puta ignorancia, no sabes lo que es sentir, no sabes lo que es sufrir. Presumes de tus sufrimientos ¿En serio eres tan cínica? Yo escondo los dolores de mi corazón y los que te cuento son porque me abro ante ti y tú me escupes, en serio, nunca lo he dicho más seriamente, estoy harto de ser ese cero a la izquierda en todas las situaciones, que me merezco sonreír más que tú en toda tu puta vida, pero me ves aquí, llorando por ti, por las facturas, por la injusticia, por la indiferencia de la puta raza humana.

Que lo único que quiero a veces es morir, aunque sea lo único que temo.