martes, 15 de octubre de 2013

Con la soga al corazón.

La fresca brisa que elimina el exceso de calor de mis venas, el cálido viento que derrite el hielo de mi corazón, erosionado como roca de mar. El odio acumulado escondido bajo el rencor, el aliento desmesurado de un idiota ambulante, es cierto que soy yo el error, muchas veces me lo han dicho, literalmente "fuiste un error". Y claro si muchos lo dicen debe de ser verdad ¿no funciona así todo?

Trato de conseguir mis palabras concisas, perfectas para definirte mi sentimiento, ser preciso en la metáfora y perfecto en el verso, que hasta en mi carta de derrota te intentaré enamorar, cómo funciona mi mente ¿eh? Se equivoca hasta el final. Ya es tarde, soy así, me formé así y ramificaré en esta posición. Pero bueno, la rama de este deforme árbol que apunta hacia a ti, está formando un nuevo tronco más erguido, recibiendo más rayos dorados del astro rey. Creciendo rápido, fuerte, es increíble, y sin ser regado más que por ácidas lágrimas.

¿Cuándo me armaré de valor? Estoy dudando el día, la hora y hasta el segundo. Pero lo que más me ronda la mente es: ¿Debo hacerlo? Quiero una respuesta, una maldita respuesta, que exista, no exista. Pero qué importarán mis dudas, si jamás lo voy a hacer. Me lo imagino y sé a la perfección que va a pasar; Sentado frente a una pantalla, escribiré un extenso texto diciendo nítida y de forma trasparente lo que siento por ti, sin metáforas, sin nada que confunda, literalmente lo que siento, por supuesto lo acompañaré con un poema de mi más selecta cosecha, cultivados exclusivamente para tus ojos, mi firma temblorosa y una pequeña frase de despedida. Será lo más bello jamás escrito por mi mano, y lloraré de la emoción pues es para ti, no un texto lleno de indirectas algunas más directas que otras.

Pero la presión podrá conmigo, los pensamientos de rechazo, el miedo al fracaso que me lleva acompañando desde mi niñez, mi odio a mí mismo, harán que rompa la carta en mil pedazos irreparables, y escriba otra, por ejemplo este texto.

Lo peor es la duda, el "qué habría pasado si...", sé que me arrepentiré más de no haberlo hecho que de haberlo hecho, pero me conozco al 99% y sé que fallaré. La maldita duda siempre recorrerá mi cabeza, ¿Debo hacerlo? Y quiero una respuesta que no conoceré. Y débil me hallo errando hacia mi destino, intentando que seas más que mi poema, que seas más que mi musa.