viernes, 25 de octubre de 2013

¿Recuerdas?

¿Recuerdas cuando me deseabas todo mal posible? Tu odio hacia mí era terrible y seguro que lo continúa siendo. Y ¿Por qué? Porque mi confianza en mí era nula, no podía cambiarlo así porque sí, pero tu insistías en que lo hiciera o desaparecías de mi vista, en otras palabras me amenazabas con el dolor para que fuera como tú querías que fuera, que cambiara mi miedo por ti, solamente porque era tu capricho. Tus palabras se tornaron hirientes a medida que pasó el tiempo, yo el cero a la izquierda y deseabas tener un trofeo del que fardar, pero ese trofeo te salió defectuoso, es pacífico, tiene principios, tiene moral, joder vaya mierda ¿eh?

Trataste de hundirme y como un cáncer lo harás en medida de lo posible, usando todo lo que quiero en mi contra, pondrás a la gente en mi contra si puedes -cosa que no has podido ni podrás-, seguirás recordándome el motivo por el que te fuiste, como si ya hiciera daño. Tratarás de hacer sangrar una herida que ya ha cerrado, con tus infantiles comentarios, intentando pudrir más este corazón enfermo. Lo siento, ya soy inmune a ti. Dijiste que me quedaría solo, que mis amigos desaparecerían y me olvidarían, qué pena, no ha sido así y te ha pasado a ti. ¿Recuerdas cuando me dijiste que nadie me querría nunca? Que iba a morir solo solías añadirle. ¿Sabes una cosa? Tienes razón, nadie me querrá nunca, pero por favor mírate al espejo y pregúntate: ¿te quieren a ti o quieren a esa máscara que usas para caer bien a los demás?

No eres más que un recuerdo que se pudre en mi memoria, no eres más que una mancha que quité de mi camisa blanca, un lastre que arrastro por intentar sacar lo bueno de ti. Pues a la única persona que no te quiso por tu exterior, le rompiste todo lo que se encuentra en su interior. Tu falsa felicidad me agrada, pero mírame yo antes de conocerte era depresivo y luego sigo siéndolo, así que ya me dirás si te alegra verme como siempre he estado pensando que es por ti, desecho del pasado.