domingo, 27 de octubre de 2013

Mi locura.

Estoy loco, muy loco, estoy volviéndome loco. Veo molinos en donde debería haber gigantes. Veo tendidos eléctricos en donde debería haber árboles. Esos animales con cuatro ruedas ¿qué son? Expulsan humo que es nocivo, eso no pueden ser seres vivos. No lo entiendo, ¿qué es eso en el suelo con tres rayas blancas? es muy duro y oscuro, y pasan esos animales que contaminan tanto por encima de ahí. ¿Qué es eso del cielo? Los pájaros deberían mover las alas para volar, ¿Por qué hacen tanto ruido? Joder no estoy cuerdo ¿verdad?

¿Qué es real? Veo este trozo de plástico cuadrado al que todos están tan apegados y me pregunto: ¿Qué le ven a ese plástico? Sí, yo tengo una cosa de esas, porque puede que ella me hable por ese medio. Estoy enloqueciendo. Al menos mis palabras siguen firmes, siguen existiendo en mi mundo de locura, mi poesía, mi musa, mi amada.

Intenté acostumbrarme a este modo de vida tan falto de tacto, por qué me duele saber que la gente es insensible y prefiere un trozo de plástico o metal o lo que sea a un abrazo cálido. No lo comprendo, yo daría mis pertenencias por un beso de ella. Una vida con ella sería la mayor de mis pertenencias, verla sonreír gracias a mí sería increíble, verla cantar fuera de este mundo inmundo, de esta sociedad infecta que zozobra en mares de melancolía, pero ahí estaría ella, tan bella y tan hermosa, tan ella, sin necesidad de cánones, sin necesidad de un modelo a seguir, es ella, y ella es mi canon. Es ella...

Y sí, debo de estar loco, loco por ella.