miércoles, 27 de noviembre de 2013

En tu diario.

Quiero ser parte de tu manuscrito, quiero ser el protagonista en tu diario. Aunque solo sea una semana, o solamente un día o más que sea un beso. Que mi nombre esté escrito en otro color y subrayado, es decir, notar mi presencia en las páginas que me arropan, quiero que los adjetivos con los que me califiques sean positivos, sean increíblemente adictivos. Deseo que me arrope tu tinta en tu secretas páginas, que suspires al leerlo y quieras repetirlo; deseo ser parte del movimiento de tu mano al escribir mi nombre, quisiera que un ligero porcentaje del calor de tu cuerpo lo genere mi imagen en tu imaginación.

Puedes darle énfasis a mis párrafos, incluso puedes fantasear con mi habilidad de escritura, hazle caricias a mis letras y diles que las quieres, hazlas sentir la parte privilegiada salida de tu boli, salida de tu mente, bombeadas por tu corazón, filtradas por tu cerebro y plasmada por tus dedos. Haz lo que quieras con mis sonrisas pero date cuenta de que existe, imagíname en tu espalda al escribir, imagina mis suaves besos en tu espalda mientras deleitas tu papel con tu caligrafía, cántale al papel y hazlo sonrojarse, dile cuan bello es por sujetar tus palabras y hacerlas permanentes.

No le digas a tu papel mi problema con el autoestima, no le digas que me desahogo con vodka y tampoco le digas que vivo en la penumbra bajo el techo de mi casa. Dile que soy feliz, que danzo en mi camino, que soy guía de mis emociones y que yazco en senderos de predominantes sonrisas. Diles que mis sombras son ínfimas pero cuéntales que nuestros detalles son íntimos, puedes decirle que odio a la gente, eso me da igual.

Puedes contarle todos mis defectos a tu diario, puedes decirle que me odio, pero que lo escondo, menos cuando escribo. Dile que esperas de mí a una persona fuerte, que esperas que no me deje llevar por lo que yo mismo me digo, dile a tu diario cuánto amor serías capaz de albergar para mí. Pero cuéntale que mi palabra será fiel, que yo cuido de las personas que me quieren y doy más del cien por cien, que estoy al pie del cañón cuando algo te haga daño. Y escríbele en algún color intenso que yo me arriesgaría, que yo amaría de nuevo. Porque sé los riesgos y a lo que me enfrento si fallo, pero culmina tu día diciéndole que todo por mi corazón merecerá la pena.