lunes, 20 de enero de 2014

Atentamente: Mi corazón.

Ven, quiero enseñarte algo que lleva meses quemándome. Quiero que veas el calor que emana mi corazón al sentir tu voz, deseos que se marchitan en mi miocardio debido a mi introvertida mente. Míralo fijamente, centra la mirada en ese espacio que palpita incesante cuando tú me rozas. Si te fijas bien te verás a ti, pero no tu foto, no tu bello nombre, no tu dulce voz, sino tú. Tu forma de ser, tu felicidad cuando sonríes, tus increíbles palabras de ánimo, tú en estado puro. El más valioso de los materiales. Tú.

No leas la poesía que escribo mientras lloro pues es la más íntima, no te rías si te adoro, pues moriría sin pensarlo. Pero ten, toma mi mano y recházala si es lo que quieres, no tengas piedad si no sientes lo mismo, sé sincera a tus palabras y fiel a mi amistad, si quieres a este loco, tú puedes enloquecerlo más aún, no preguntes cómo, solo bésalo. Si vas a sentirte incómoda a mi lado por lo que siento, no te preocupes, no tienes más que atravesar mi corazón con tu dulce 'no' y no pasa nada más. Seremos igual que siempre hemos sido. Busco tu felicidad ante todo, por mucho que me cueste hablarte, mi ilusión. No temas, no pretenderé robarte un beso, mi autoestima no me lo permite, mi mente me tortura con miles de pegas, no sería capaz.

Pero tú, cautivadora de sentimientos, quiero que ames, ya sea a mí, ya sea a quien sea, ama. Siente felicidad en tu pequeño corazón henchido, sonríe, baila y sobre todo canta -necesito oírte-. Mi misión es verte en la cumbre de la alegría, coronando la cima con tus sonrisas tan perfectas. Tejiste en mi corazón un sueño lleno de ilusiones increíbles, quizás no llegues siquiera a besarme pero nunca me arrepentiré del sufrimiento por ti. Pues me lo causo yo, y porque me alegra sufrir por ti, eres la perfección en la palabra, la ilusión que nunca acaba. Río contigo y te hago reír, aunque nos veamos poco tenemos mucho que compartir, ya sea jugar a cualquier consola, comer cualquier producto lácteo o aunque sea contarnos nuestra vida. Sin ti mi presente sería diferente, lo sé.

Sin ti no sé qué pensaría, no me importa pues tu pincel fue capaz de esbozar en el lienzo de mi corazón un sentimiento lleno de colores cálidos y abstractos, nadie comprende cómo me siento, ni siquiera yo. Por eso quiero que con tus cuerdas vocales sobre mi pentagrama, en clave de sol, compongas la melodía con todas las notas posibles y que los silencios solamente estén cuando tus labios rocen los míos, mientras tu blanca en mi sostenido acaricia mis tímpanos, segregando así dopamina. En mis textos baila la locura cogida de la mano por la ilusión, pero es que me vuelve loco saber que existe alguien como tú. Pues eres mi gran deseo, mi ídolo. Eres la persona que jamás imaginé pero que siempre habré querido conocer. Por eso gracias. Aunque también debería darte las gracias cada vez que escribo por ti, pues eres tú indirectamente la autora de todos estos párrafos y versos. Eres mi musa, mi poema.