sábado, 14 de septiembre de 2013

Cuestiones.

Quiero charlar contigo, tener la esperanza de no irme por las ramas, que me cuentes la realidad de tu situación. ¿Por qué me persigues? No lo entiendo, es extraño, vivo y muero en cada instante, tú estás ahí distante, yo estoy aquí, errante.

Dime tú entonces, ¿el camino se ha de seguir erguido por alguna razón? Es incesante el deseo de aferrarme a la vida ¿A qué se debe? ¿Vivir sirve de algo si al final moriremos de todas formas? No sé, quiero que me expliques por qué razón queremos vivir tanto, quizás nos gusta la compañía, quizás es la felicidad esporádica que nos agrada tanto, quizás es el reírse de un pasado turbio la clave.

Sentado frente a muchas imágenes de mi pasado, las contemplo, las ridiculizo, fui imbécil, lo sé ahora y no entonces. Qué tontería es sentir sin ser sentido, amar sin ser apreciado, la mentira, el desdén de un ser que débil se sentía, sin amor propio y el hueco lo podía rellenar cualquier ser inmundo que aún a riesgo de dañarle, aceptó su "amor" y desde entonces, no sintió, no vivió, ni siquiera conoció la palabra amor verdadero, pues el amor mismo le traicionó.

Así que dime tú norteña alma, ¿Qué hice mal? ¿Qué debo hacer? Y lo más importante de todo.  ¿Por qué me enamoras?