martes, 10 de septiembre de 2013

Soy preso.

Vivo siendo preso de mis temores, mis ilusiones vagan errantes en el pantano de mis esperanzas, construí con mi cordura lo que mi locura había derrumbado, mas qué puedo hacer yo, preso de mis manos.

Me siento confuso, no soy más que yo mi carcelero y tiré la llave de mi libertad. No veo, estoy ciego y me siento confuso otra vez. Necesito gritarte lo que siento ya, antes de explotar. Pero qué puedo hacer yo, si soy preso de mis miedos.

Tú, bella mujercita. Te quiero y te quiero decir esas palabras. Navegar en mi corazón pudiendo soltar lo que siembras en él, que el fruto dulce del sentimiento brote fuerte y sano, siendo regado ahora por las lágrimas de este ser que se marchita, ¡Quiero explotar frente a ti! Decirte lo que siento yo por ti, ver tu cara, tu reacción, saber que yo voy a perder, pero no temer es mi ilusión. Mi corazón me dicta tu nombre mi querida, mi brillante sentimiento.

Mas qué puedo hacer yo, si soy preso de mi mente.

Siente el bravo ente oculto
Entre el pecho y mi amor,
estando cerca y profundo
del mar de mi dolor.

Brotaste fuerte flor de oro
mas te tengo que olvidar,
y amarte de cualquier modo
mi sueño he de eliminar.

Dejemos marchito el sentimiento
quizás soy el único que siente eso,
Abrámosle, que pase el sufrimiento
mas qué puedo hacer yo, soy preso.