domingo, 8 de septiembre de 2013

Sonrisas.

Estoy cansado emocionalmente pero más feliz que nunca. Días de sombra me preceden, pero aquí estoy, erguido ante los problemas, henchido el corazón bucearé en busca de aventuras nuevas, encontraré dolor, es natural, buscaré amor, no estaría mal. Escribiré poemas de nuevo, escribiré mi historia otra vez, esta vez con final feliz, esta vez será así.

No despierto emocionado, ni activo, pero sigo despertando y eso debe ser lo que importa, una nueva imagen me arrebata las mañanas, una nueva persona en mi corazón se ha instalado. Poco a poco quisiera enseñarle lo que siento, que no huya de mí, que sienta lo que siento yo. Me emociono con mi propia imaginación, eso es bueno, eso es increíblemente bueno. Aunque no salga bien, aunque no sea lo que mi mente desea, lo que mi corazón anhela. Nunca supe amar, y por eso quiero que me enseñes.

Me siento insignificante cuando pienso en ti, en tu grandeza, en tu corazón inmenso, en el dolor que ocultas tras tu fachada, haz que tus labios busquen el cielo, mi principal objetivo será hacerte sonreír.

Pero vivo del placebo de un mundo mejor, un mundo en el que los problemas sólo sean palabras en un papel, que tu sonrisa me acompañe, que tus manos se deslicen por mi mejilla, que tus labios se deslicen por mi cuello, quiero sentir el cálido abrazo de tus palabras sinceras, deseo sentir tu dolor, para poder sanarlo, para poder quemarlo.

Porque mi mayor odio no es verme al espejo, es ver tu sonrisa desaparecer por una realidad que te atrapa. Secaré tus lágrimas, besaré tus mejillas húmedas, aunque no desees besar mis labios, aunque no quieras sentir mi calor, lucharé por tu sonrisa, eternamente.