viernes, 6 de septiembre de 2013

Locura exponencial.

No puedo más con mi pecho, no puedo más con mi mente. Quise ser alguien nuevo, capaz de controlar sus sentimientos, pero ellos pueden conmigo, me visten de arlequín y con ello hago el ridículo cada vez que siento algo nuevo.

Enloquezco al verla sonreír, me descontrolo al oírla cantar, ¿es mi mente la causante o ella es tan perfecta como parece?. No entiendo nada ya, mi mente se cerró pensando que no podría, que no sabría volver a querer a alguien, mi corazón se cerró. Se blindó contra más dagas ardientes, ya estaba muy perforado, abandonado e ignorado.

Y de repente te vi con mis ojos, te sentí con mi piel, mi corazón traicionó sus principios y se abrió de nuevo y me dijo muy bajito "conquístala, sé que no podrás por tu miedo, pero sé que podrás por mí". Pero no sé si su corazón está ocupado, ¿y si me rechaza?. Qué locura es sentir, qué locura es desear. Ella es tan especial y lo mejor de todo, es real.

Conversé con mi corazón, él cicatrizando aún me dijo: "Mis heridas sólo son tiempo, esa chica que ves sé que la sientes como el fuego, ve a por ella, aunque sea poco a poco, aunque sea discretamente, haz que te quiera, haz que te vea como a la mejor persona del mundo, pues lo eres. Se sentirá querida, se sentirá amada. Tony confía, haz que si te rechaza siga queriéndote a su lado."

Y lo que más deseo es que ella me diga, me susurre o me grite "¿Sientes algo por mí?". Y contarte, expresarme de la manera más sincera posible. Aunque no me quieras cerca.

Enloquezco aunque ya esté loco, tu locura me cautiva, tu voz me mece. Hazme invencible con tu vocabulario, hazme increíble con tu tacto.

Siento que mis manos tiemblan al hablarte, quisiera levantar el habla, mirar fijamente tus pupilas, que sonrías, que me sientas, ansío con todas mis fuerzas impregnarme tu perfume, persigo recuerdos junto a ti, poder decirte de una maldita vez quién es ese "quién".