domingo, 29 de septiembre de 2013

Aquí estaré.

¿Y si vienes tú y me besas? ¿Y si sanas tú el dolor de la duda? Ven, coge mi mano y dime, ¿arriesgarías tu sonrisa por mí? Pues yo ya lo estoy haciendo por ti. No te conozco lo suficiente, pero confío en que un beso, un cálido beso sanaría nuestras heridas, al menos mientras nuestros mundos se funden en nuestros labios.

¿Qué más da el pensamiento ajeno? ¿Alguna vez ha importado? Sentémonos en el borde de nuestra acera, de la que sea, en la que nos sentemos ya será nuestra. Si crees que el beso es un error, sujeta mi mano, sin malicia alguna, sin caricias incómodas, solamente sujeta mi mano. Quiero sentir tu calor e imaginar mi vida junto a ti, aunque sólo sea imaginar, aunque solamente bailemos en mi imaginación. Esa capaz de convertir imágenes en felicidad.

Confía en mí, tu sonrisa es mi prioridad, si me deseas lejos, lejos estaré, pero lucharé por estar cerca tuya, no literalmente. Sino del modo que más te haga feliz, al otro lado del teléfono estará mi voz para calmarte, al otro lado de la pantalla encontrarás mis palabras para sanarte. No puedo evitar que caigas, pero seré tu paracaídas. Si necesitas gritar, aquí estoy; insúltame si es lo que te alivia, pégame pues aguantaré lo que sea para que te sientas mejor.

Mis madrugadas son tuyas, mis abrazos son tuyos, mi vida estará aquí siempre para hacer de almohada. Nunca estarás sola si estoy yo para decirte 'todo irá bien', y si no es así, yo me encargo de que lo sea.

Besaría el suelo por el que caminas, hasta donde has caminado y seguiría subiendo por ti hasta llegar a tu cuello. Mirar tus ojos, tu sonrisa y tus labios, fundiéndonos. Sólo en mi imaginación, lo entiendo, sólo en mi imaginación...