miércoles, 11 de septiembre de 2013

Mente infecta.

A veces odio escribir, lo detesto. Cada vez que lo hago me obligo a recordar situaciones dolorosas, me obligo a hurgar en la herida para poder sacar de ellas palabras profundas que cautiven y me satisfagan, pues lo necesito, es mi calmante nocturno, recordarte y escribir por ti. Saber que excavaré en mi memoria en busca de lágrimas secas, en busca de añoradas sonrisas y lo más doloroso de todo, tener que vivirlas de nuevo en mi mente.

A veces lo necesito, a veces no pero lo hago para poder eliminar de mí tanto pensamiento que se pudre en el corazón.

Pues realmente lo que deseo es alejarme un poco de la realidad, charlar con quien quiere oírme y oír a quien quiero escuchar. Mirar un poco el vacío y no centrarme tanto en la realidad pútrida e infecta que me rodea. Hacerle caso a mi corazón y sufrir un poco, joder. Sólo pido sufrir diciendo lo que siento, diciéndote lo que siento y escuchar tu 'no'. ¿Tan difícil es para mí?

Pues sí...