lunes, 23 de septiembre de 2013

Me equivoqué.

Todo falló al pensar, al imaginar, al desear, incluso me equivoco al despertar.
Es imposible que no me equivoque, si al mirar erré, si al hablar me equivoqué, sentí y fallé.
Al abrazar caí, al emocionar me equivoqué, erré de nuevo al dejarme llevar.
Diez emociones fallaron al empezar, se equivocaron al llegar. Siempre erré.

Otro día que pisé el error, que dije que sí cuando debió ser que no.
Rodeado de fallos, fallé al nacer, me equivoqué al morir, sentí lo indebido.
Ordeno mis errores en ficheros de mil colores, pues me equivoco siempre yo.
Mientras fallo me pregunto ¿Cuál es el único error que no he cometido?

Insana pero bella llega la respuesta a este fallo, ¿mas cuál es?
La respuesta apareció, me llegó, esta vez no fallé y quiero decirte.
Lo que no erré, en lo que no fallé, fue en ver tu corazón y elegirte. Al elegirte a ti.