martes, 4 de febrero de 2014

Escultor de sonrisas.

Has visto el techo encogerse y apretar tus sentimientos, te desbordan las preguntas y nadie supo responderlas. Nadie se sentó a tu lado y callado escuchó tus penas. Sé que necesitaste un abrazo cuando la vida te abandonó, cuando el silencio te amordazó y te quitó el suspiro que tanto necesitabas para no asfixiarte. Sentí tu dolor cuando la indiferencia te pisó el pecho y te absorbió, haciendo que los ojos ignoraran tu sufrimiento, y solo hallaste la paz entre las sábanas, entre las lágrimas que secaban tu sonrisa. Te ahorca el desespero, el anhelo que nadie te ofreció. Ni en un hombro pudiste lamentarte y desahogarte. Ni un beso en la mejilla que se impregnara de tus lágrimas, ni un beso dulce que te dijera "aquí estoy, todo saldrá bien".

¿Quién trasnochó contigo hasta que pudiste sonreír de nuevo? Huye de tu dolor insano, huye del sufrimiento del que somos esclavos. ¿Por qué no estuve yo cuando tus ojos se desangraban? Seré ese hombro, ese pálpito, esa palmada, ese beso y ese abrazo que necesitaste, que a veces necesitamos para levantarnos. Seré el antídoto al veneno que la vida inyecta en ti. El aire que necesitas cuando el gentío te asfixia. Seré aquel cimiento que jamás se derrumba. Más sincero que el reloj suizo, y cálido como el caldo de una sopa en plena noche de invierno. Sé que mi oferta parece extraña, ¿Cuál será mi interés? Y es que sí, tengo uno, es verte sonreír, verte vivir y verte cantar sin miedos. Y nada más.

El pecho retumbará ilusiones, relajado como mil infusiones, mustio estará el dolor y tu sonrisa reinará el cielo. Te quiero ver reír, desfruncir el ceño y bailar, de alegría de emoción. Nunca digas que te sientes sola sin contar conmigo, a no ser que esa soledad sea solo por alguien en concreto que quieres tener a tu lado. Ojalá fuera yo, ojalá no quisiera ser tu pasión, pero así es. Mas no importa si quieres un apoyo, un amigo o un desahogo. Mi amor guardado bajo llave jamás te molestará, si así lo deseas. Perdona a mi corazón, es muy perfeccionista y por eso te eligió a ti. Y sea lo que sea que sientas, nunca te negaré mi mano.